San Lorenzo es un minúsculo pueblo rural, rodeado de pinares montañosos, sin apenas centro urbanizado ni visitantes, sólo los posibles de paso.
San Lorenzo, que se enclava convenientemente en el centro de la isla vecina de Santa Gertrudis, San Miguel, San Carlos y Santa Eulalia, ofrece algunas comodidades con una iglesia del siglo XVIII, un puñado de casas tradicionales, una pequeña escuela, un bar, dos torres refugio y dos trullos (prensas de aceite), así como el muy popular Café y Restaurante La Paloma.
No obstante, ambos pueblecitos, con su arquitectura de estilo tradicional y sus iglesias centrales, tienen una imagen de serenidad que domina el pintoresco paisaje circundante y son igualmente zonas muy deseables en el mercado inmobiliario de Ibiza.